Fondo General del Archivo Municipal de Linares "AML"

La titularidad del fondo principal del Archivo Municipal de Linares la ostenta el Ayuntamiento que, aunque consigue su exención jurisdiccional de la ciudad de Baeza en 1565 (Real Cédula de Felipe II), nos da información documental variada ya incluso antes de las reparticiones de Fernando III. 

Es con la constitución de la Comunidad de Villa y Tierra de Baeza que queda fijado el alfoz de la Aldea de Linares (1243), posteriormente confirmado por Alfonso X (1268, 1312 de la era hispánica) y sus sucesivos descendientes. 

Linares, desde las reparticiones mismas, fue considerado territorio de realengo y así permaneció, con un breve intervalo de tiempo, durante las guerras civiles castellanas, durante las que Enrique VI lo dona, alrededor de 1460, en calidad de Señorío al Condestable Miguel Lucas de Iranzo o anteriormente con la donación perpetua hecha por Alfonso VII a Suero Díaz, en 1155 (original en AHN Calatrava, Carp. 418, nº 18-R).

Será a partir de 1565 cuando se constituye, con plena jurisdicción, el Consistorio linarense, dando cuenta de sus sesiones (la mayor y más completa de las series documentales custodiada) plenarias e inventariando, por primera vez, sus documentos más antiguos "Inventario de las Escrituras que están en el Archivo de esta Villa de Linares desde el año 1566"

Hasta la segunda mitad del siglo XIX, Linares sigue la tónica general de la Provincia; una economía agraria de subsistencia, con tímidas iniciativas industriales que acaban, a partir de 1850, por cambiar no sólo la fisonomía de la Villa, sino su propia estructura socioeconómica. Es el momento más álgido de la conocida ciudad minera

La introducción del vapor, el capital extranjero, una desbordante producción minera y el ferrocarril, traen consigo una sorprendente explosión demográfica que granjeará a la populosa Villa el título de Ciudad, en 1875. 

Desde aquí; planes de ensanche urbano, primer puesto mundial en el ranking del mercado del plomo, crecimiento exponencial de la población; hasta mediados del siglo XX, Linares no deja de sorprender al resto de la Provincia y a partir de ahora, a la economía andaluza, en general. 

Las minas acabarán por cerrar y la ciudad encuentra una nueva oportunidad en la metalurgia. Se instala "Santana Motor", la mayor planta de montaje automovilística de Andalucía, que dará, durante décadas, de comer a casi todo Linares y parte de su Comarca. 

Linares ya no abandonará su merecido y ganado puesto de motor industrial de la Provincia, ni aún en los momentos de crisis (década de los noventa)

Hoy en día, una hábil apuesta de su Consistorio por la diversificación comercial, ha vuelto a situar a la ciudad en el punto de mira de la zona norte de la Provincia, dando esperanza a una población de más de sesenta mil almas y recuperando, de paso, una vieja, tradicional y potentísima actividad económica "el comercio"

Bibliografía

Linares, de aldea a villa (siglos XIII-XVI).José María Carrascosa González & Luis Rabaneda Sánchez: Diputación Provincial de Jaén. Instituto de Estudios Giennenses, 1999.

Una villa giennense a mediados del siglo XVI: Linares.- Manuel Sánchez Martínez & Juan Sánchez Caballero: Diputación Provincial de Jaén. Instituto de Estudios Giennenses, 1975.

Breve historia de Linares.- Ramón Soler Belda, 1999.